Quiero ir desempolvando mi memoria y recordar su inmenso bagaje de experiencias en el tema de la limpieza.
Siempre tenía soluciones para resolver cualquier problema, y lo hacía de una manera sencilla y accesible, (en unos tiempos donde no existían los modernos quitamanchas), pero hoy en día siguen siendo soluciones muy prácticas, de bajísimo costo, y por encima de todo efectivas.
Vamos a ir recopilándolas y las pondremos en este blog de forma pausada.
Para mí es un homenaje a su memoria que le brindo con todo mi cariño y que espero resuelvan algunos de vuestros problemas en secretos de limpieza de la abuela.
Manchas de vino en la ropa
Si es reciente y todavía está húmeda, aplica sobre la mancha polvos de talco o incluso alguna harina suave como la Maizena, de esta forma el vino de la mancha será absorbido.
Espera que se seque, cepíllala suavemente para quitar los polvos incorporados.
Es normal no disponer en ese momento de estos recursos y buscamos otras opciones.
Usa leche o agua con gas y te indicamos como hacerlo:
Tienes que poner una tela que esté limpia, la humedeces con leche o agua carbónica, frota firmemente la mancha y ponla a secar.
También es recomendable frotarla con vino blanco, facilita su limpieza.
Por supuesto cuando la mancha está fresca poner sal encima, dejarla un tiempo y a continuación enjuagar.
Cuando las manchas de vino tinto están secas haz una mezcla en las mismas proporciones de vinagre y agua, ponla sobre la mancha y luego lava la ropa como siempre.
Como quitar los chicles de la ropa
No tengamos miedo.
Para la abuela Isabel era una practica habitual con sus nietos, hasta tuvo que solucionar el problema en el traje de primera comunión de uno de ellos.
Tenia dos opciones una inmediata que era el poner hielo encima del chicle y otra meterlo en el congelador, esperaba a que se endureciera y simplemente rompía el chicle.
También a veces lo hacía empapándolo con gasolina y con mucho cuidado de no tener cerca una llama o brasa. Luego lavaba la prenda.
Cuando no lo conseguía tenia mas opciones.
Ponía encima del chicle papel de horno y pasaba la plancha por encima, con el calor el chicle se pegaba en el papel y se desprendía de la ropa.
Este capítulo va especialmente orientado a las mamas, auténticas sufridoras de las incursiones pictóricas de sus hijos.
Los niños son capaces de hacer de su vestimenta una paleta de colores y rescatar los tonos originales de la prenda lleva su trabajo.
Siempre las manchas de pintura han gozado de mala fama, por ello hay que diferenciales según su básica composición.
Las pinturas cuya base es el agua, son mucho más fáciles de eliminar, simplemente colocar la prenda debajo de un fuerte chorro de agua fría será suficiente para eliminarlas.
Pero también hay otras en cuya composición entra el aceite.
Las manchas de pintura que llevan soporte de aceite, tienen el problema cuando están secas..
Este tipo de manchas tiene una solución más compleja, es preferible limpiarlas cuando la prenda está húmeda.
Lo ideal es colocarlas sobre un tejido que absorba, mejor si es grueso y frotar con un disolvente suave, repetir la acción y cambiar el soporte de abajo tratando de no transferir la suciedad absorbida a la prenda.
Manchas de sangre
Muy importante evitar poner la prenda en la lavadora y usar agua caliente, el calor dificulta su eliminación.
Lo ideal es tratar la mancha cuando aún este húmeda.
Comprueba si es posible la etiqueta.
Humedece la mancha con agua fría y ponle jabón líquido, debes de frotar suavemente y esperar unos 10 minutos, posteriormente enjuagas con agua fría y si quieres ya la puedes meter en la lavadora a una temperatura normal..
Si la prenda es de lana, será importante que primero le pongamos agua oxigenada, utilizaremos un paño que esté limpio y dejaremos un tiempo estimado entorno a los 5 minutos para a continuación enjugar con agua fría , terminar el proceso en la lavadora.
Próximamente iremos añadiendo más trucos, y si estos te han gustado no dejes de visitar otros como quitar el olor de tabaco de la ropa.