Es donde alojamos la mayor parte de nuestros electrodomésticos, y nos consta que algunos de ellos se encuentran exhaustos.
De las grandes y prestigiosas marcas en el sector de los electrodomésticos, hemos seleccionado a Corberó como referente y os adjuntamos sus consejos para la mayor eficacia de nuestros equipos en la cocina.
Así que aquí te dejamos unos consejos
1.Revisa el nivel de sal y abrillantador de tu lavavajillas. Con el incremento de lavados, seguro que tendrás que rellenarlo más a menudo.
2.Cuando abras la puerta del frigorífico o congelador, aprovecha para coger todo aquello que necesites. Cada vez que lo abrimos se escapa el frio, necesita trabajar más el motor, y el consumo aumenta.
3.Limpia a menudo y a conciencia los tiradores y las superficies de los electrodomésticos. Basta con agua y jabón, pero si vas a utilizar algún desinfectante lee atentamente las instrucciones antes de su uso, no vayamos a dañarlo si el producto es demasiado abrasivo. Cambia la esponja o la bayeta más a menudo, o utiliza trapos desechables.
4. Los restos de comida en el horno pueden quemarse y producir olores desagradables, así que observa bien el horno cada vez que lo utilizas, para comprobar que no existen restos y límpialo si ves que acumula grasa en las paredes. Puedes llenar la bandeja con dos vasos de agua caliente y un vaso de vinagre. Encender el horno a 200 grados y dejar actuar durante 30 minutos. Después basta con pasar un trapo húmedo por las paredes y el cristal. El vapor del vinagre hace que la suciedad salga sola.
5. Al utilizar el microondas para cocinar, se acabará ensuciando más. El vinagre también es un buen aliado aquí. En este caso servirá verter una cuchara sopera de vinagre blanco en un bol de cristal con 300 ml de agua. Meterlo en el microondas durante 3 o 5 minutos. Y una vez transcurrido este tiempo, retirar el recipiente y limpiar el interior con una bayeta o un trapo. Si aún quedaran restos de comida o de olor, podemos mojar el paño en otro bol con agua, vinagre y bicarbonato.
6. En la campana se acumula también mucha grasa, y ahora que tenemos tiempo puede ser un buen momento para limpiar los filtros. Algunos pueden ir directamente al lavavajillas, pero incluso así recomendamos primero realizar esta limpieza. Preparar un barreño donde entren los filtros completamente, con agua caliente, bicarbonato y unas gotas de vinagre (de nuevo) o zumo de limón. Dejarlos en remojo durante 20 minutos para que se ablande la grasa. Después los ponemos bajo el grifo con agua caliente y los frotamos de nuevo con agua y jabón. Quedarán como nuevos.
7. Por último debemos cuidar nuestra placa. En función de si se trata de una placa de gas, vitro o inducción deberemos aplicar diferentes cuidados, pero siempre debemos evitar que los líquidos que se derramen se peguen a la superficie. Con lo cual, deberemos retirarlos lo más rápido posible, sin quemarnos.